El último post del año

Hoy se acaba 2006, el año que, por el momento, ha sido el más intenso de mi vida. Lo ha sido por muchas razones: por como empezó, por como pasó y por como ha acabado. En enero de 2006 pasé de tener un asiento seguro en un Fórmula 3 a no tener equipo ni presupuesto para disputar la temporada. De manera que cuando parecía que tendría que dejar de correr, encontré a RSC Sport, el equipo que me ha dado la oportunidad de disputar una temporada más. Realmente no ha sido una temporada fácil, ya que tanto el equipo como yo partimos con muy pocos kilómetros, pero creo firmemente que hicimos un buen trabajo si comparamos nuestro rodaje a lo largo de la temporada con el de cualquiera de nuestros rivales. El momento mágico del año fue el segundo puesto de Estoril, que de no ser por la mala suerte, hubiesen sido dos segundos puestos ese fin de semana y algún podio más a lo largo de la temporada.

Pero lo más intenso del año empezó en julio, cuando empecé a pensar en llevar adelante Apoya a Pampló. En muy poco tiempo mi hermano y yo decidimos lanzarnos a esa aventura y, el 4 de octubre la presentamos en la Universidad Politécnica de Valencia. Tuvimos que trabajar mucho, y también trabajamos mucho ahora, pero desde luego la experiencia vale la pena: más de 300 personas ya han mostrado su apoyo y medios como Antena 3, Radio Nacional de España, Saó, Las Provincias y muchos más han dado cobertura a la campaña. Además, los últimos entrenamientos de la Formula Renault en que participé a finales de mes en Cheste se financiaron integramente con el dinero de Apoya a Pampló.

Ahora el reto es todavía mayor, en 2007 nuestro objetivo es particpar en la Formula Renault Eurocup con Omicron Racing (es el mismo equipo que RSC pero con nuevo nombre), pero el campeonato es muy duro, muy exigente y sobre todo, el presupuesto es elevado. No será fácil, pero tampoco imposible. ¡Ah! Y todo eso sin olvidar que estoy matriculado en unas cuantas asignaturas de ingeniería Aeronáutica...

¡Feliz año!

Noticia en Antena 3

Apoya a Pampló sigue en marcha y, como en las películas, ha llegado hasta los telediarios. La verdad es que hace unos meses, cuando todo era un proyecto, no me imaginaba que la campaña se convertiría en noticia del telediario de Antena 3. En Nochebuena, emitieron la grabación que hicieron el jueves de la semana pasada en el circuito de Cheste, durante los entrenamientos de la Formula Renault. Además, también vino un equipo del programa Campus Universitari, de Punt Dos, para hacerme una entrevista que emitirán ya el año que viene.

Cómic y motor (I). Sabotaje (1983)

Hace poco, cuando la librería Futurama se implicó en la campaña Apoya a Pampló, Nuria, una de las almas de la tienda, tuvo la amabilidad de darme una selección de cómics relacionados con el mundo del motor. Teniendo en cuenta que los cómics empezaron a gustarme casi antes que los coches (que no es poco), me pareció que era una buena idea dedicar una serie de entradas a estos libros en los que se dan la mano una de mis mayores aficiones y mi dedicación deportiva y profesional.

Entre los cómics seleccionados había una joya: Sabotaje, un álbum de Daniel Torres publicado por Norma en el año 1988 (¡cuando yo tenía sólo un añito!). Se trata de un álbum muy bien editado, a todo color y con un un prólogo muy curioso en el que el autor nos relata la génesis del cómic y nos permite observar algunos bocetos que realizó mientras lo preparaba. En realidad, Sabotaje es un encargo que la editorial belga Magic Strip hizo a Daniel Torres el año 1983 para la colección Atomium. La edición castellana, a pesar de ser más moderna, es la única que se ha hecho hasta ahora, por lo que tener el libro entre las manos es toda una suerte (¡gracias, Nuria!).


El cómic es una historia bastante sencilla, cuyos detalles no puedo revelar, pero que, a grandes rasgos, nos presenta la obsesión de un ingeniero por construir un coche ganador para Le Mans. Ambientado en Francia en el año 1960, el cómic -según declara Torres mismo- es un homenaje a un época del diseño en general y del diseño automovilístico en particular. Los vestidos, los edificios, los electrodomésticos que encontramos en las viñetas, extraordinariamente bien dibujadas, nos remiten a un imaginario que recuerda, por ejemplo, películas com Con la muerte en los talones o Atrapa a un ladrón.


Aunque el prototipo que diseña el protagonista no se corresponde exactamente con ningún coche existente, en el cómic podemos intuir modelos clasicos de los cincuenta y principios de los sesenta, que ahora asociamos con el glamour y la elegancia, como el Ford Thunderbird o el Buick Special; por supuesto, por las carreteras del relato también encontramos otros vehículos más utilitarios, com el Fiat 500. En las últimas pàginas, cuando la acción se traslada al circuito de Le Mans, las viñetas se llenan de mitos de la historia de las carreras, como no podia ser de otro modo. No en vano, es la época que grandes de la Fórmula 1 como Juan Manuel Fangio o Stirling Moss también brillaban en Le Mans. En la antepenúltima viñeta, vemos la característica salida de aire del Mercedes 300 SL y en la penúltima reconocemos un Jaguar D-type, con una identificativa aleta aerodinámica, y un Ferrari 250.

Por cierto, en Futurama han abierto una Tintinería. Además de invitaros a visitarla, adelanto ya que dentros de un tiempo hablaremos de los álbumes de Tintín en relación al motor, ya que los coches que aparecen recorren casi cincuenta años de historia del diseño.

¿Slot o scalextric?

El próximo 16 de diciembre, sábado, en el marco de las actividades de Apoya a Pampló tenemos prevista una jornada de puertas abiertas en el club Pole Slot Valencia. Así todos los que se acerquen podrán probar estas máquinas a escala 1:32 en la pista de más de 30 m de longitud de la que dispone el club. Lo más probable es que luego digan que han jugado al scalextric, pero en realidad habrán jugado al slot. En España casi nadie lo conoce como slot; de hecho, si buscas slot en la Wikipedia encuentras una entrada referente a informática, no a los coches eléctricos de escala 1:32, en cambio en la versión inglesa sí que encontramos slot car. La razón por la que aquí todos lo llamamos scalextric es muy simple: ese es el nombre comercial que le dió su inventor y es el nombre con el que se popularizó el juego cuando Exin lo introdujo en España en los 60. En la entrada inglesa para slot de la Wikipedia no explica porqué se llama así al juego, pero slot siginifica ranura en inglés, así que cuando ves las guías de una pista de scalextric (bueno, slot) te haces una idea de porqué los ingleses le dan ese nombre. En cualquier caso, Scalextric es la marca más popular y por eso casi todos lo llamamos así, pero si alguien nos habla de slot, ya no nos ha de sorprender.

El valor de la derrota

Hace unos días me puse a ojear la revista que dan los domingos con el periódico Las Provincias y me encontré con el título de una columna que me pareció interesante: ‘Patriotismo y deporte’, escrito por Juan Manuel de Prada. Habitualmente los artículos de opinión de los colaboradores de revistas y periódicos me aburren, pero en este caso me pareció que valdría la pena dedicar unos minutos a la lectura de la susodicha columna.

La verdad es que desconfiaba un poco del artículo, porque desde luego su autor no parece un gran aficionado al deporte, así que esperaba encontrar una crítica bastante dura al deporte en general. He de reconocer que de Prada es crítico, pero me parece que en este caso lo es en su justa medida, aunque le discutiría algunas de las cosas que dice. Básicamente, toca cuatro temas: la afinidad con los deportistas de tu país, el tremendo auge por un deporte cuando destaca algún deportista del país, la discusión sobre si automovilismo es o no un deporte y, por último, el comportamiento de Alonso como personaje público. Los dos primeros temas son muy importantes para el deporte y el tercero es fundamental para el automovilismo, así que se puede hablar mucho sobre ellos.

Pero a mi me gustaría comentar algo que dice de Prada y que creo que es muy interesante: ‘la grandeza de un deportista no se mide tan sólo por la magnitud de sus triunfos, sino también (y sobre todo) por su grandeza en la derrota, por su magnanimidad ante el adversario...’. Supongo que todos estamos de acuerdo en una cosa evidente: si hay un ganador, es porque otro es el perdedor. Así que en el deporte la figura del ganador parece la más importante, pero su importancia se valora por la derrota del resto de participantes. Y esto es en lo que Juan Manuel De Prada tiene razón: lo que hace más grande a un ganador no es la victoria en sí, sino como consigue esa victoria. Y a su vez, cuanto mayor es el valor de la victoria, también lo es el de la derrota. Pero por desgracia, con demasiada frecuencia muchos deportistas, espectadores y periodistas olvidan algo tan importante como esto. Un ejemplo práctico y reciente para ilustrar esta idea es el siguiente: mucha gente recordará el título de Fernando Alonso en 2006 por haber sido el año en que ganó a Michael Schumacher, pero posiblemente más gente recordará con admiración que 2006 fue el año en que Schumacher perdió su octavo título un ocho de octubre en el circuito japonés de Suzuka.

Así que aunque tanto Schumacher como Alonso han hecho bastantes cosas que no corresponden con el comportamiento del deportista ideal, no me cabe la menor duda que Schumacher ha sido un gran piloto y uno de los más grandes del deporte, y tampoco dudo que Alonso también lo es y, lo que es más importante, todavía lo será más en el futuro.

Mi primera competición europea

El fin de semana pasado participé en la última prueba de la Formula Renault Eurocup. Era una carrera que no teniamos prevista hacer, pero la semana anterior a la cita de Valencia, Mariano Molina, el manager de mi equipo me comentó la posibilidad de participar. Desde el primer momento me hizo ilusión la idea, no solo por el hecho de hacer una carrera más, sino por tratarse de la Eurocup. De entrada, el monoplaza es bastante diferente al F3, ya que tiene unos 20 CV menos de potencia y sobre todo mucho menos agarre, pero lo más atractivo de la categoría es la extrema igualdad que hay en la pista, ya que suelen haber unos veinte pilotos en una diferencia de tiempo de un segundo. Por último, el hecho que me hacía mucha ilusión era participar por primera vez en mi carrera deportiva en una competición europea, ya que hasta el momento todos los campeonatos que había disputado eran nacionales o regionales. Así que el jueves 26 salí para Montmeló en cuanto acabé una práctica de matemáticas que tenía de 10 a 12. Al llegar al circuito tuve bastante faena: dar una vuelta andando al trazado, estudiar la telemetría, hacer el asiento (ya os contaré como se hacen los asientos)... El viernes por la mañana teníamos tan solo dos sesiones de entrenamientos de media hora cada una, pero se me quedó en tan solo media ya que perdimos casi toda la primera sesión por un problema en el circuito de refrigeración del motor. Así que llegué a los cronos con muy pocos kilómetros y, como era previsible, mi compañero de equipo Aleix Alcaraz y yo ocupamos la última fila en la salida. Arranqué bien, pero vuelta tras vuelta me resultó cada vez más difícil conducir el coche hasta que decidí retirarme ya que llegó al punto de ser prácticamente inconducible. Para el domingo trabajé mucho con mi ingeniero, Alex, para corregir los problemas con el coche y adaptar mi pilotaje al Formula Renault. El trabajo dió sus frutos y la carrera fue bien, ya que la acabé y además mejoré mi rendimiento vuelta a vuelta. Cuando volví a Valencia había algunas cosas de las que estaba muy seguro: el Formula Renault es un coche difícil de llevar al límite, la Eurocup es una campeonato duro y, a nivel más personal, participar en un campeonato internacional tiene algo especial. Ahora bien, había otra cosa de la que no estaba tan seguro: en qué campeonato será mejor participar en 2007, ¿Eurocup o F3?

La cara de haberme quedado fuera

Cuando se retransmite una carrera por televisión, una de las cosas que más llama la atención es la actitud de los pilotos cuando se quedan fuera de pista, bien por un accidente, bien por un problema mecánico. Curiosamente, pocas veces les vemos la cara, pero tengo la certeza de que si la pudiéramos ver les aplicaríamos aquello de ‘se ha quedado con un palmo de narices'. No quiero pensar la cara que debía hacer yo el año pasado cuando el coche se paró en Cheste, pocas vueltas antes del final, cuando iba destacado en primera posición. Más que tristeza, debía ser una cara de desazón, propia de la extraña sensación de vacío, de impotencia ridícula, que te queda cuando te encuentras en una situación así.

Una cara parecida me debe haber quedado hoy en Jerez, cuando Manuel Gutiérrez ha hecho una maiobra brusca cuando lo estaba adelantando y me ha sacado de la pista. Si alguno de los espectadores que había en el circuito me ha visto la cara, seguro que ha comprendido que más que tristeza, hoy sentía rabia: mientras que ayer hice una buena carrera y acabé cuarto a pesar de haber salido muy atrás, en la de esta mañana no he sabido aprovechar la oportunidad y me he venido abajo inexplicablemente. No sé qué pasaba, aunque sé que no era un problema mecánico, pero no lograba ir rápido. ¡Hasta he hecho una pequeña excusión por fuera de la pista! Pero he podido regresar y, de pronto, he sentido que las cosas empezaban a funcionar: que recuperaba el ritmo y me sentía con ánimo de adelantar a los pilotos que me habían superado. Lo he logrado, pero en la maniobra he tenido ese pequeño choque y he vuelto a quedarme fuera de la carrera.

Mientras que la primera parte de la temporada fui mejorando cada carrera, hasta que hice podio en Estoril, esta segunda parte del año no acabo de ir fino. En Jerez lo he hecho mejor que en Cheste, pero no puedo estar satisfecho. Me he descolgado del grupo de cabeza y he perdido las posibilidades de acabar entre los tres primeros. La carrera de Montmeló, el segundo fin de semana de noviembre, cierra la temporada. Como siempre, lucharé por ese podio que tuve ayer tan cerca, pero que se resiste desde Portugal. Ganas, no me faltan y ánimos, tampoco. Sobretodo, el de todas las personas cuyo nombre llevo escrito en el coche y que han confiado en mí y en el proyecto Apoya a Pampló. Independientemente del resultado que logre en Cataluña, trabajaré duro toda la pretemporada para hacer posible el salto a una categoría superior el año que viene, en la que encontrar la suerte y el acierto que me ha faltado las últimas semanas. Y así, hacer que toda la ilusión que me transmiten los nombres en el coche se convierta en una serie de buenos resultados.

Crónica de Cheste (domingo)

Definitivamente, en Cheste nunca me ha acompañado la suerte. Si en la carrera de ayer tuve mala suerte, hoy las cosas han ido mejor pero no todo lo bien que me hubiera gustado. El accidente de ayer me obligaba a salir prácticamente en la última posición de la parrilla, así que la carrera se planteaba difícil ya que tendría que pelear mucho para ganar cada posición. Así las cosas, he hecho una buena salida y, al llegar a la primera curva ya he adelantado a cuatro rivales y en la frenada de la Doohan he mantenido la posición. Con coches tanto delante como detrás, he seguido tirando para alcanzar a los pilotos que llevaba por delante, aunque sin dejar de tener en cuenta a alguno de los pilotos que llevaba detrás. Tras dos vueltas más y otro piloto más superado, en la tercera vuelta me he acercado mucho a Roberto Merhi, tanto que en la frenada de final de contrarecta he frenado por el interior para presionarle y de paso asegurarme de que Siso Cunill, que venía justo por detrás, no intentara ninguna maniobra de adelantamiento. Pero al apurar la frenada por el interior de la curva, el coche se ha descolocado y he hecho un trompo que ha acabado con las ruedas traseras del fórmula clavadas en la gravilla, por lo que he tenido que abandonar. Ha sido un error que me ha disguustado bastante ya que tal y como estaba la situación de carrera, acabar en el podio era posible. De todos modos, lo importante es que si no hay ningún problema, tanto mi equipo como yo sabemos que podemos luchar por estar delante, así que en la carrera de Jerez dentro de dos semanas, aprovecharemos los entrenamientos al máximo para volver a descorchar el champán.

Crónica de Cheste (sábado)

Cheste es uno de esos circuitos en los que nunca me ha acompañado la suerte. Debuté allí en la Fórmula 1600 y no obtuve ningún resultado importante. El año pasado, en la Master Junior Formula, el motor se me paró cuando iba en primera posición y faltaban pocas vueltas para el final de la carrera. Hoy he vuelto a encontrarme con el fantasma de la mala suerte. Como el mes pasado en Albacete, me he visto implicado en un accidente que me ha dejado fuera de pista en la primera vuelta. Ahora bien, contrariamente a aquella carrera, hoy no he hecho ninguna maniobra comprometida. Nada más pasar la curva de final de recta, unas posiciones por delante mí unos cuantos coches del Campeonato se han chocado entre ellos; cuando he entrado en la recta, poco antes de llegar a la Doohan, he podido evitar el golpe, pero uno de los monoplazas que se había salido ha regresado a la pista, impulsado aún por la inercia de la colisión y sin control. Ha sido un momento muy violento, prácticamente no me ha dado tiempo a frenar, porque el coche se ha cruzado ante mí sin que lo esperara. Por ahora, es el accidente más fuerte que he tenido nunca en un fórmula. Según me han dicho algunos amigos que estaban viendo la carrera, en mitad de la nube de polvo que se había levantado se ha oído un golpe seco y muy fuerte, que era, precisamente, el impacto contra mi coche.



Como podéis ver en las fotos, ha quedado bantante dañado, especialmente la estructura de la rueda delantera derecha y el alerón, que ni tan siquiera hemos recuperado. De todos los pilotos que nos hemos quedado en el accidente, el más perjudicado ha sido Manuel Sáez-Merino, que según se decía por el paddock, ha tenido algunas consecuencias físicas. Espero que la cosa no sea grave y que mañana lo veamos recuperado.



Mañana, claro, saldré desde bastante atrás, cosa que me aleja, a priori, de las posiciones de podio. Con todo, lucharé lo más que pueda, con la esperanza de que el podio más próximo a mi casa deje de resistírseme.

Apoya a Pampló

Recuerdo el día que tuve la idea. Era el uno de mayo de este año y volvía de Barcelona en un Euromed, después de la carrera de Magny-Cours, en Francia, donde había hecho cuarto. La cuarta posición, tan cerca del podio, siempre es agridulce, pero estaba satisfecho. El caso es que desde hacía tiempo tenía me rondaba la idea de encontrar una manera de lograr que las categorías automovilísticas de la base tuvieran un apoyo más grande por parte de los aficionados, es decir, que les resultaran más accesibles. Al mismo tiempo, tenía la intuición que era necesario replantearme la estrategia que había seguido hasta aquel momento para lograr respaldo económico.
De pronto, pensé en un lema: apoya a Pampló. Me vinieron a la cabeza experiencias anteriores que, con más o menos fortuna, más o menos atrevidas, habían intentado un objetivo parecido: promover la carrera deportiva de un piloto haciendo participar directamente los aficionados. En mi caso, por medio de aportaciones de 20 euros, a cambio de, entre muchas otras cosas, poner el nombre de cada persona en la fórmula que conduzco.
Poco a poco, la idea fue tomando cuerpo y, durante el verano, comenzamos a trabajar por darle forma. Finalmente, lo hemos conseguido. En mi página web tenéis toda la información. Y mañana, miércoles 4 de octubre de 2006, la campaña Apoya a Pampló se presenta oficialmente al Salón de Actos de mi facultad, la Escuela Técnica Superior de Ingeniería del Diseño (edificio 7B) de la Universidad Politécnica de Valencia. La ETSID, como la conocemos popularmente ahora –o la UITI, como la conocían antes– será el lugar donde, por fin, daremos el banderazo de salida a un proyecto que nos ha costado mucho esfuerzo y en el que hemos depositado muchas esperanzas. Como dije la semana pasada, ya hay muchas personas que han confiado en el proyecto y creo que ya hay que darles las gracias. Aunque sólo sea por la experiencia que implica, por la ilusión que tenemos y las ganas de luchar que hemos puesto, Apoya a Pampló merece el intento. Otra cosa, claro, es el resultado. Pero creedme: funcionará.

Que llueva...

Desde luego, la carrera de hoy en China ha sido una carrera de Fórmula 1 de verdad: adelantamientos, estrategia, salidas de pista, golpes... Desde la salida, el grupo de pilotos que iban detrás de Alonso han rodado en un grupo bastante compacto y en el que hemos visto adelantamientos y lucha cuerpo a cuerpo. Después, la estrategia equivocada de Renault y el buen hacer de Ferrari y Schumacher han provocado que el campeonato se haya puesto lo más emocionante posible: no hay líder, sino un primero y un segundo empatados a puntos. Eso sin olvidar la penúltima curva del trazado, en la que el último paso ha sido muy movido para Button, Albers, Yamamoto, Heidfeld, Barrichello y De La Rosa (que ha hecho un buen quinto puesto). Desde luego es un poco sorprendente que un grupo de pilotos del nivel que se les supone en F1 hayan sido tan torpes de montar ese lío a dos curvas del final (de todos modos la mayor parte de la culpa ha sido de Yamamoto, aunque Heidfeld ha sido poco previsor y Barrichello no ha tenido mucho tacto con los frenos ya que ha llegado un poco pasado...). Visto lo visto, he llegado a una conclusión: a ver si llueve más a menudo en los grandes premios de F1...

Fiesta de Bienvenida en la UPV

Si habéis visitado mi web esta tarde, habréis visto en la sección de noticias que mañana participo en la Fiesta de Bienvenida que organiza el Vicerrectorado de Deportes de mi universidad. El Vicerectorado me ha ofrecido su ayuda para dar a conocer mi actividad como piloto y estudiante del Politécnico; al mismo tiempo, una oportunidad de empezar a dar a conocer un proyecto de apoyo a mi carrera que pondremos en marcha la semana que viene. Aunque más adelante explicaré con calma en qué consiste, se trata de una iniciativa que exige un esfuerzo intenso, pero que está planteada con toda la ilusión. Afortunadamente, ya sé que hay un grupo de personas (familiares, amigos, empresas) que han confiado en la idea. Espero que vosotros, las personas que leéis este blog, también tengáis esa confianza. La presentación del proyecto, por cierto, tendrá lugar el próximo miércoles 4 de octubre, a las 19:00 en el Salón de Actos de la Escuela Técnica Superior del Diseño (edificio 7B), en la misma Universidad Politécnica.

Espectacular DTM

A pesar de la amenaza de lluvia, el fin de semana en Montmeló, con el DTM como cabeza de cartel, congregó a muchísimas personas como nosotros dipuestas a disfrutar no sólo de un gran espectáculo, sino del mejor ambiente de las carreras, la combinación perfecta para los aficionados al motor. El estruendo de los turismos del DTM nos trajo toda la emoción de un carrera que confirmó la intensa rivalidad entre Audi y Mercedes: Tomczyk (Audi) ganó, pero Schneider (Mercedes) quedó segundo, lo que aprieta la lucha por el título. Entre carreras, pudimos ver, además, a Pedro Martínez de la Rosa al volante de su McLaren F1 haciendo cosas que, directamente, están prohibidas en el campeonato: ¡es difícil ver a un F1 haciendo Donuts!

El DTM llega a Montmeló

El próximo domingo tendré ocasión de asistir al circuito de Montmeló, donde podré presenciar la primera carrera en España del DTM, campeonato alemán de turismos. Esta competición no sólo se caracteriza por unas máquina impresionantes de casi 500 CV, sino también por una lucha feroz entre Audi y Mercedes y por la participación de grandes figuras: desde ex pilotos de la F1 como Häkkinen, Alesi o Frentzen hasta Kristensen, todo un heptacampeón de las 24 Horas de Le Mans. Aparte de la novedad del DTM, el fin de semana en el Circuit de Catalunya ofrece muchas otras carreras interesantes, como las F3 Euroseries o las Euroseries 3000. Todo esto convierte este fin de semana en un gran evento. El lunes os cuento cómo ha ido.

Fallos de diseño

El otro día estaba echando una ojeada por YouTube buscando algún video interesante y encontré uno que me llamó mucho la atención. Es posible que recordeis las 24 Horas de Le Mans de 1999 en las que Mark Webber voló dos veces (una en entrenamientos) con el Mercedes CLR y su compañero Peter Dumbreck otra más. Fue realmente espectacular, sorprendente y sonado. La cuestión es que encontré otro vuelo igual (es decir, con looping incluido) de un vehículo similar al Mercedes en cuanto a diseño –y que, además, fue rival en la pista. En el caso del video, el circuito donde pasó fue Road Atlanta (también conocido como Petit Le Mans) en las American Le Mans Series. No he podido averiguar quién fue el piloto que vivió la experiencia, ni en qué año pasó, pero tratandose de un 911 GT1 creo que sería en 1997, 1998 o 1999.

La cuestión es que se ve muy claramente que el 911 se acerca en la recta a otro prototipo menos potente, se pone a rebufo y, justo cuando la pista tiene un ligero desnivel hacía abajo, el coche despega. Entonces, ¿por qué despega? Está claro: la combinación del rebufo unido al desnivel (y por tanto la variación de la distancia del coche al suelo) provocan que el 911 pierda todo el apoyo aerodinámico en la zona delantera y despegue en consecuencia. La fuerza vertical en dirección al suelo que se genera en la superficie del coche es mayor a medida que aumenta la velocidad, igualmente, esta fuerza depende de muchos otros parámetros de diseño como la superfície frontal del vehículo, la distancia al suelo... y otros menos controlables como la dirección del viento. Aunque hay muchos factores a tener en cuenta, en el proceso de diseño de coches de carreras del nivel de un Porsche 911 GT1 se supone que se consideran todos y cada uno de ellos, incluidos los rebufos y los desniveles del asfalto. Desde luego, no se en qué fallaron los ingenieros, pero lo que está claro es que los GT1 (la categoría del Mercedes y el Porsche) eran vehículos muy rápidos pero también muy complejos en el diseño y difíciles de conducir. Esta categoría ya no existe ya que los presupuestos que se manejaban eran demasiado elevados, pero tal vez hubo algún hecho más que se tuvo en cuenta a la hora de limitar las prestaciones de los nuevos GT1...

Un coche volador

Hace unos días me sorprendió bastante la noticia que ocupaba la última página del periódico El País: una empresa de Estados Unidos ha presentado un vehículo capaz de circular tanto por tierra como por aire. El invento se llama Transition, y la empresa que lo pretende comercializar en 2009 es Terrafugia. La verdad es que la primera impresión cuando ves imágenes del aparato es que los ingenieros de esta compañía más que un coche capaz de volar, han hecho una avioneta capaz de circular por la carretera. Y realmente, cuando hechas una ojeada a las especificaciones del vehículo y tienes en cuenta el mercado al que se dirige, puedes llegar a la conclusión de que el Transition no supondrá el comienzo de una nueva era del transporte personal que nos conduzca a ciudades como las de El quinto elemento. Digo esto porque no se trata de un supercoche capaz de despegar verticalmente ni nada similar, sino una solución intermedia entre el coche y el avión. El Transition tiene sentido en un mercado como el norteamericano, donde las distancias son muy grandes y el número de avionetas mucho mayor que en Europa. Este vehículo puede resultar útil para familias o trabajadores que por cualquier razón tengán que recorrer no mucho más de 1.000 kilómetros y que dispongan a no mucha distancia de sus casas de algún pequeño aeropuerto. La clave del Transition es que la avioneta ya no será un aparato que solo podrá volar por el aire y que tendrá que estar guardada en algún aeropuerto, sino que podrás salir de tu casa, llegar a la pista de despegue y, sin bajarte de tu vehículo, llegar hasta el destino. Sinceramente, creo que es difícil que esta iniciativa tenga éxito, pero si Terrafugia hace un buen producto y una buena promoción, ¿por qué no lo han de conseguir?

Otros coches voladores: Skycar.

Si por una de esas...

Si leéis estas líneas es que habéis dado con mi blog. Hace algún tiempo yo no tenía ni idea de que era esto de los blogs, pero a través del interés de mi hermano y algunos amigos por este tema, he descubierto que aparte de ser una plataforma bastante interesante en la que decir lo que quieras, es una buena manera de poner en contacto a gente muy diferente pero con cosas en común. Así, a través de El blog de Pampló daré mi opinión y comentaré temas de motor y cualquier noticia o hecho que crea interesante. No sé cuánta gente llegará a leer mi blog, pero en cualquier caso espero que os guste y que volváis a visitarlo.